9 Pasos para una
Gestión Efectiva de Riesgos
La gestión de riesgos en las organizaciones desempeña un papel crucial en su planificación estratégica y funcionamiento efectivo, independientemente del sector y las características específicas de una empresa, siempre se enfrenta a una serie de riesgos durante su actividad operativa, por lo tanto, resulta imperativo que las organizaciones establezcan procedimientos para identificar y abordar estos riesgos, con el fin de prevenir posibles pérdidas además, es esencial que establezcan indicadores que les permitan detectar oportunidades de crecimiento y mejoras en sus operaciones.
Una referencia sólida para implementar una eficaz gestión de riesgos es la norma ISO 31000:2018 «Gestión de riesgos», que proporciona directrices claras, también se pueden considerar otras fuentes, como lo es la guía de COSO para establecer estándares de gestión de riesgos o la metodología COBIT, que, aunque originalmente se enfoca en la gestión de riesgos relacionados con la tecnología de la información, puede adaptarse con éxito a las necesidades específicas de cualquier organización en la implementación de un proceso de gestión de riesgos.
Dicho lo anterior, en este artículo, nos centraremos en proporcionar información útil y concisa para comprender de manera más clara los elementos esenciales a tener en cuenta al implementar cualquier metodología elegida por su organización para gestionar los riesgos.
1. Designar un responsable
Designar a un responsable de la gestión de riesgos en una organización es un proceso importante en el cual se recomienda exista un comité de selección y/o evaluación que tome en cuenta para tales efectos diversos factores como lo son:
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Definir las necesidades de la organización: Esto incluye el tamaño de la empresa, la industria en la que opera, la complejidad de sus operaciones y la cultura corporativa.
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Definir los Requisitos y habilidades deseados: Esto puede incluir conocimientos en gestión de riesgos, capacidad de análisis, comunicación efectiva y capacidad de liderazgo.
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Evaluaciones continúa: Realiza evaluaciones periódicas del desempeño del responsable de gestión de riesgos y ajústalo según sea necesario.
2. Identificar y Clasificar los Riesgos
En primer lugar, es esencial tener en cuenta que los riesgos pueden clasificarse en varios rubros que pueden variar en función a la actividad que realice la organización; sin embargo, entre los más comunes se encuentran los siguientes:
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Financieros
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Operativos
- Estratégicos
- Legales
- Reputacionales
- Políticos
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Entre otros...
Teniendo claro lo anterior, el responsable de gestionar los riesgos deberá identificar y clasificar todos los posibles riesgos que podrían afectar su operación.
3. Evaluar de Riesgos
Una vez identificados los riesgos, se evalúa su probabilidad de ocurrencia y su impacto potencial, lo anterior permite al responsable de gestionar los riesgos clasificar los riesgos según su gravedad y prioridad.
En este punto, se puede detectar cuál es el nivel de priorización (NPR) que se le debe dar al riesgo para reducir el impacto y/o probabilidad que este pueda ocurrir.
4. Desarrollar Estrategias de Mitigación y Tratamiento
Para los riesgos identificados, se desarrollan estrategias de mitigación, lo anterior implica diseñar acciones específicas para reducir la probabilidad de ocurrencia del riesgo y/o minimizar su impacto en caso de que ocurra.
Existen diferentes opciones de tratamiento de riesgos disponibles, entre las cuales se incluyen:
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Evitar el riesgo: Hace referencia a la eliminación de los factores que están generando el riesgo.
- Asumir el riesgo: Después de evaluar el impacto del riesgo en los objetivos estratégicos y determinar que no es factible mitigarlo de manera razonable, se opta por no tomar ninguna medida asicional.
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Eliminar la fuente de riesgo: Este enfoque se utiliza cuando se ha identificado un riesgo que amenaza el logro de objetivos estratégicos, procesos y áreas, en tales casos, es necesario implementar acciones para reducir tanto la probabilidad de ocurrencia como el impacto del riesgo, estas acciones pueden incluir la aplicación de medidas específicas de control interno y la optimización de procedimientos.
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Cambiar la probabilidad de consecuencias: Implica transferir el riesgo al hacer que un tercero asuma la responsabilidad de los impactos o pérdidas que puedan surgir en caso de que el riesgo se materialice.
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Compartir riesgos: Se trata de repartir tanto el riesgo como sus posibles consecuencias, lo que también puede interpretarse como transferencias parciales. En estas situaciones, el objetivo no es eliminar el riesgo por completo, sino dividirlo y asignarlo a diferentes áreas o responsables.
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Mantener el riesgo: En esta situación, es necesario realizar un seguimiento regular del riesgo por parte del departamento de gestión integral, con el propósito de evaluar cómo cambia su probabilidad de ocurrencia a medida que pasa el tiempo.
5. Implementación y Seguimiento
Es importante establecer un proceso de seguimiento continuo para asegurarse de que las estrategias estén funcionando como se espera y ajustarlas si es necesario.
6. Maximización de Oportunidades
La gestión de riesgos no se trata solo de evitar pérdidas, sino también de maximizar oportunidades, el responsable de gestionar los riesgos debe estar atento a las oportunidades que pueden surgir de la gestión adecuada de riesgos, como la identificación de nuevos mercados, la mejora de la eficiencia operativa o la introducción de nuevos productos y servicios.
7. Observancia al Marco Jurídico
En el proceso de la gestión de los riesgos, el responsable de tal actividad no deberá perder de vista por ningún motivo que las acciones para el tratamiento de mitigación o en su caso, los planes de continuidad en caso de cualquier evento, se encuentren apegadas al maro jurídico aplicable.
8. Cultura de Gestión de Riesgos
Fomentar una cultura de gestión de riesgos en toda la organización es esencial, toda vez que, esta es la manera en la que se aborda la conciencia de los riesgos, la responsabilidad compartida, la comunicación abierta, el aprendizaje continuo y la integración en la toma de decisiones además de promover dentro de la organización un liderazgo comprometido.
9. Mejora Continua
La gestión de riesgos es un proceso en constante evolución, en otras palabras el seguimiento continuo y la revisión periódica permite innovar el proceso de gestión de riesgos, dando la información necesaria para el seguimiento al cumplimiento de los objetivos.
En resumen, la gestión de riesgos en las organizaciones abarca la identificación, evaluación y reducción de riesgos, además de la búsqueda de oportunidades, este enfoque no solo protege los activos de la organización y garantiza la continuidad del negocio, sino que también mejora la toma de decisiones estratégicas al anticiparse a las posibles amenazas y al aprovechar las ventajas que puedan surgir.